Metro
El metro es la unidad de longitud del Sistema Internacional de Unidades. Se define como la longitud del trayecto recorrido en el vacío por la luz durante un tiempo de 1/299 792 458 de segundo (unidad de tiempo) (aprox. 3,34 ns).
Inicialmente fue creada por la Academia de Ciencias Francesa en 1791 y definida como la diezmillonésima parte de la distancia que separa el polo de la línea del ecuador terrestre. Si este valor se expresara de manera análoga a como se define la milla náutica, se correspondería con la longitud de meridiano terrestre que forma un arco de 1/10 de segundo de grado centesimal.
Primera definición internacional del metro
El metro fue definido inicialmente en París en 1791 como un diez millonésimo
de la longitud de un cuadrante polar de la tierra que pasa por París, a partir de
una medición geodésica efectuada entre Dunkerque y Barcelona, que tomó
seis años de trabajo. La unidad se materializó en una barra de aleación de 90%
Pt y 10% Ir para aumentar la dureza y con sección en forma de “X” con un
plano en su sección baricéntrica, para minimizar los errores por flexión elástica,
cuando se la apoya en los puntos de Bessel (de mínima deformación).
El metro en la actualidad
Desde su adopción en forma internacional por la Convención del Metro,
celebrada en París en 1875, la definición del metro ha pasado de la
materializada por la barra de Pt-Ir a la definición atómica de 1960, en base a
los estudios y realización práctica efectuada por el sabio alemán Prof. Ernst
Engelhard, en el Instituto Nacional de Metrología de la República Federal de
Alemania, el PTB. Esta definición se basaba en la constancia de la emisión
cuántica del isótopo 86 del gas noble criptón, asociada con la transición 2p10-
5d5. Esta da origen a una radiación visible sumamente adecuada para las
mediciones interferométricas y con una coherencia espacial-temporal suficiente
para visualizar los franjas de interferencia hasta un metro, siendo éste entonces
igual a 1 650 763,73 longitudes de onda en el vacío de la radiación del Kr 86.
Esto posibilitó pasar de un patrón internacional material a una definición
cuántica y reproducible en cualquier lugar y situación, con una incertidumbre
(reproducibilidad) de dos partes en 10-9.
Desde 1983 esta definición ha vuelto a cambiar y es la que permanece hasta el
presente, basada en la constancia de la velocidad de la luz. La velocidad de la
luz ha sido medida en base a la unidad de longitud, definida por el Kr 86 y a la
unidad de tiempo, el segundo, definido por la transición cuántica del isótopo
133 del cesio, mediante la comparación de una cadena de láseres y
multiplicadoras de frecuencia, lo que ha permitido adoptar un valor
convencional exacto para la velocidad de la luz en el vacío.
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